Hola a todos!! ¿Cómo estáis? Hoy os traigo un post de un viaje express, concretamente un día, pero aún así pudimos hacer una visita muy chula a la ciudad de Toledo, que me encantaría compartir con vosotr@s, así como algunas recomendaciones de sitios por visitar.
Toledo es una ciudad con muchísima historia, de hecho se le apodaba como «la ciudad de las tres culturas«, debido a su población tanto de judios, cristianos como de musulmanes. Su casco histórico te traslada a otro siglo, a otra cultura e historia y sus cuestas empinadas (además de ayudarte a fortalecer gluteos y piernas) con su adoquinado suelo te hacer imaginar que vas a cruzarte a algún noble a lomos de un caballo rumbo a defender el Alcazar. O puede que yo tenga mucha imaginación y me meta mucho en contexto. En cualquier caso, es una ciudad por la que vale muchísimo la pena pasear.
Una de las artesanías en las que destaca, es en la fabricación de espadas y puedes encontrar en los escaparates auténticas obras de arte. Además una curiosidad que no sabía, es que en algunas de estas tiendas se han fabricado espadas reales para películas tales como El Señor de los Anillos o Gladiator.

Nosotros quisimos conocer un poco más de la ciudad, y por eso que contratamos un free tour. Si no sabeis que es un free tour, se trata de visitas guidas por la ciudad de forma gratuita, en la que no tienes que pagar un precio estipulado por ella, si no que dependiendo del grado de satisfacción de la misma, se aporta una cantidad u otra en concepto de propina. Me parece una idea genial y muy novedosa, que ayuda a conocer detalles y curiosidades de cualquier ciudad, añadiéndole el extra de que el precio lo pones tú. Lo dicho, reservamos un free-tour a las 11:00h que duró aproximadamente 1h y media. Nuestra guía nos enseñó detalles muy interesantes de la ciudad, como firmas de Gustavo Adolfo Becker escondidas en las puertas de los monasterios, o el concepto de «calle robada», entre muchos otros.


Cuando hubimos terminado de patearnos el casco antiguo y con una pizca más de conocimiento encima, nos fuimos a comer al Bar Ludeña, uno de los símbolos gastronómicos de Toledo. Aunque el local es bastante pequeño y se pone a rebosar, pudimos probar las Carcamusas, plato tipico de Toledo, junto con un buen queso manchego. También pedimos una ración de calamares que estaban buenísimos, super tiernos.Recomendación: Aunque abren el comedor a las 1 tendréis que estar al menos media hora antes para coger sitio de los primeros, porque si no os tocará el siguiente turno y puede ser muy desesperante.
Una vez con la tripa llena, y después de la caminata de la mañana, yo ya iba necesitando un café potentorro. Había hecho mis deberes antes de llegar a la ciudad y tenía fichado Il Capuccino, un sitio especializado en cafés ubicado justo enfrente del Bar Ludeña donde además de poder tomarte un buen café insitu o para llevar, tienes la opción de comprar distintos tipos de café a granel. Pero para mi desgracia, los sabados por la tarde está cerrado, así que con los parpados medio cerrados y mis ganas de café me tocó ir a mi segunda opción, cafetería La Pepa. Pero resulta que también cierra los sábados por la tarde, así que desisití y terminamos tomándonos un café del Starbucks.

Después de esto nos fuimos a ver el impresionante Alcazar de Toledo. No voy a dar datos históricos del museo, porque ni soy historiadora ni me acuerdo de la mayoría (mucha guerra eso sí) pero lo que más nos sorprendió fue visitar el despacho del general Moscardó, cabeza de las tropas nacionales durante el asedio de los republicanos al Alcázar de Toledo al inicio de la Guerra Civil. Cuentan sus paredes que durante el asedio, los asediantes amenazaron con matar a su hijo Luis si el Alcázar no se rendía. Mediante una conversación telefónica su hijo intervino comunicándole que le iban a fusilar si no se rendía, a lo que el general se negó, con la consecuente muerte de su hijo. Si bien esa conversación podía escucharse desde el mismo despacho como parte de la visita, ahora no es posible, aunque está disponible en Youtube.

Llegados a este punto, estabamos muy muy cansados (añado que el día anterior estuvimos también de turismo por otros pueblos de la mancha y que el coche estaba aparcado lejos no, lo siguiente) así que fuimos a hacer nuestras últimas paradas antes de irnos. Como debía de ser, teníamos que comprar algún mazapán típico de Toledo, así que en primer lugar entramos en Jacinta & María Chocolates, una pequeña tienda que huele a chocolate y mazapán. Aquí podrás encontrar caramelos de violeta, helados artesanos y chocolate de todo tipo, pasando por mazapanes artesanos y frutos secos. La chica que nos atendió super amable nos dió a probar un mazapán de almendra que estaba para chuparse los dedos. También entramos en San Telesforo, una tienda de mazapanes y chocolates. Tiene cajitas de regalo de todo tamaño y variedad.
Jacinta & María chocolates San Telesforo Anguila de mazapán Figuritas de mazapán
Y hasta aquí la visita, sin duda podíamos haber hecho más, como visitar el Círculo del Arte, donde puedes encontrar exposiciones, conciertos y simplemente tomarte una copa. Pero no podíamos más y emprendimos rumbo al aparcamiento que nos ocupó un tiempo ya considerable. Como resumen, Toledo nos ha parecido una ciudad preciosa y hemos disfrutado mucho con su visita.
¡Muchas gracias por llegar hasta aquí y leer!